Texto de referencia para provocar un ejercicio de proyectos en el curso de la ETSAM del año 2007 – 2008 (TEXTOS SOBRE PEDAGOGÍA)
Señora:
Conocéis mi devota entrega a este oficio, que el destino me ha otorgado, y sabéis del esfuerzo con el que he protegido la independencia de su ejercicio de las tentaciones a las que estos tiempos nos someten, con fastuosos engaños y cuya superficialidad no se sostiene ante vuestro riguroso criterio.
Os habéis complacido, en lo que vos misma enjuiciasteis como libertad, respecto del servilismo al que se someten habitualmente vuestros artistas de cámara, a los dictados de estilo y maneras que las diferentes academias, y los innumerables humanistas, les imponen.
Os afirmo que todavía se mantiene virginal, y un punto ingenua, mi capacidad de invención y maquinación para el diseño y construcción de espacios abiertos, creados según la tradición, o de modos más acordes con las condiciones naturales, pero también para el diseño y construcción de objetos de diferentes tamaños y utilidades, en lo que la escolástica ha descrito que sea la Arquitectura o la Escultura. Pero también, aunque haya sido ocasionalmente, ha sido maestro de escenografías para los fastos reales y otras formalidades institucionales, y/o celebraciones populares, a las que tan proclives es vuestro pueblo.
Dicho esto, Señora, y desde mi lealtad acreditada mediante mis prácticas de diseño y construcción de conjuntos de todo tipo, Militares, Académicas, etc., me permito señalaros que en vuestro reinado, tan nutrido de espléndidas obras que son envidiadas por los reinos vecinos, todavía no habéis construido ese diseño que se haga memorable e inmortal, ante la Historia del Arte, como lo han logrado vuestros predecesores.
En mi plenitud de creatividad, mi vigor juvenil y las virtudes de conocimiento y experiencia, independencia y devoción a mi oficio, me ofrezco vasallamente a diseñar un suceso en el paisaje que habitamos, que os asombre por su belleza y por su utilidad, del modo que la humanidad fue maravillada por la Fábrica de San Lorenzo del Escorial del Emperador Felipe o por el David del inmortal Miguel Ángel.
Encargadme que señale el lugar y extraiga de estos tiempos el material con que os modelaré una obra que sueño y deseo, como si de la pieza de mármol de Carrara que el maestro extrajo porque su genio ya contemplaba el David preparando la honda para abatir a Goliat en el seno interno de la materia.
Vuestro vasallo y humilde servidor, que sólo espera un gesto vuestro para inmortalizar vuestro reinado.