LOS PROGRAMAS CULTURALES Y EL PROYECTO ARQUITECTÓNICO

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La actividad cultural de nuestra sociedad se produce según patrones complejos difícilmente clasificables.

En el debate proyectual emerge esta complejidad ante la que la gestión institucional se muestra neutral.

Corresponde por tanto, al proyecto arquitectónico, proponer más allá de la eficacia funcional y tecnológica, que son exigencias incuestionables, la respuesta a los requerimientos de comunicabilidad (accesibilidad, uso, interacción, etc) precisos para una identidad entre cultura y sociedad de nuestros días. Corresponde al proyecto arquitectónico optar, en este debate, por los condicionantes antropológicos y sociológicos de lo cotidiano o por las características emblemáticas de lo institucional. Estos referentes son interpretados en los trabajos que se presentan como negociación entre lo objetual y lo simbólico y, por tanto, entre lo accesible y el uso y lo perceptible y disciplinar del espacio arquitectónico.

El Centro Cultural en Fuenlabrada, proyectado en colaboración con Eduardo Mangada, aborda ambos referentes desde dos escalas distintas: lo cotidiano informa la organización de programas y espacio en la media escala, y el detalle del proyecto en tanto que lo institucional (y emblemático o simbólico) justifica la propuesta en la gran escala urbana.

En la Biblioteca de Granada, esta dialéctica se produce mucho más atenuada por el protagonismo del espacio y el desarrollo exhaustivo de sus categorías en todas las escalas, sistema en el que la utilidad ciudadana es recibida subordinada a los valores perceptivos y figurativos del proyecto.

Una descripción análoga correspondería a la lectura de la Biblioteca de Fuencarral destacando, quizás, cierta intencionada subversión de escalas, ya que en este caso se pretendió eludir el carácter institucional en la resolución del proyecto en la escala urbana, suprimiendo del lenguaje exterior lo simbólico y perceptivo, para acentuar lo constructivo y objetual en esa escala y trasladar a la media escala y detalle del interior los valores disciplinares emblemáticos etc. de lo institucional.

La pequeña Biblioteca de Maudes es tratada como un gran mueble alojado en la fábrica del antiguo Hospital, objeto de poderoso carácter institucional, mueble desarrollado con una optimista convicción en que su uso es suficiente garantía de eficacia cultural final.

Finalmente, es en la Biblioteca del Estado en Santiago de Compostela donde se pretende extremar el compromiso del proyecto arquitectónico con la capacidad de uso social y, por tanto, el carácter “objetual” del proyecto sobre el institucional emblemático, y a este último se llega cuando aquél ha trascendido a la memoria colectiva y, por su alto gradiente de identidad cotidiana y ciudadana se constituye en icono urbano. Todo el proyecto está orientado en todas sus escalas a este fin.